Yucatecos invaden las redes

Los “booktubers” difunden su amor hacia la lectura

Para ser “booktuber”, además de contar con una cámara, necesitas ser tú mismo y mantener tu esencia “porque si copias a los demás no tiene chiste”, opinó María José Gómez “Chester”, durante su participación en la mesa panel “Los jóvenes sí leen. Conociendo a los booktubers en Yucatán”, que se llevó al cabo la mañana de ayer en el salón Uxmal 5 de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey).

“Chester”, del canal Lectoblogger, y otros siete “booktubers” yucatecos compartieron sus experiencias ante una audiencia conformada en su mayoría por jóvenes.

La charla fue moderada por Jaime Alfonso Sandoval, quien resaltó la labor de los chicos a favor de la lectura en un país donde los índices de lectura “son terroríficos”.

Y es que, al puro estilo de Fa Orozco, Raiza Revelles y Alberto Villareal —booktubers pioneros en México—, los yucatecos han trasladado su gusto por la lectura a las redes sociales, concretamente a Youtube, donde comparten reseñas y opiniones de sus lecturas, así sea “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury o “Volar sobre el pantano” de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

Además de “Chester”, también formaron parte de la mesa Tiaré Ruiz Martínez (del canal El saber de Tiaré), Melu Lara (Pensando en voz alta), Jorge “Yorch” García Calderón (Adictos a los libros), Naomy Sánchez Cob (Cazadora de libros), Peter González Domínguez (Universo de historias), Misuky Pech Valadez (Acoso literario) y Lolbé Caballero Arango (Tiempo de lectura).

Al inicio de la charla, los jóvenes, quienes se auto calificaron como tímidos, explicaron por qué se convirtieron en “booktubers”. “En mi caso porque no encontraba a nadie con quien compartir mi gusto por los libros”, dijo “Chester”, aficionada a la literatura de terror.

Tiaré, cuya familia no es lectora, relató que para ella fue como un desahogo compartir su lectura en las redes sociales. Peter, por su parte, admitió que combinar vídeos y lectura es lo más sensato que ha hecho.

Entre risas y una que otra anécdota, los jóvenes respondieron a todas las cuestiones, incluyendo si se consideran críticos literarios. “Somos lectores y punto. Nos paramos frente a una cámara y decimos lo que nos gustó y lo que no”, respondió Peter.

“Chester” añadió que, aunque no se consideran críticos, ella suele hacerle caso a un chavo con el que se identifica que a una persona a quien no conoce, “por eso los críticos nos critican”.

También se les preguntó si se sienten comprometidos al opinar sobre un libro que les envió alguna editorial. La mayoría respondió que no, en parte porque aún no les mandan libros, pero “Yorch”, a quien sí, dejó en claro que “sii no me gusta prefiero escribirlo únicamente en mi blog sin hacer vídeo”.

¿Y cómo le hacen para leer y conseguir tantos libros? Se les preguntó. “Yo ahorro”, dijo Tiaré. “Los libros sí cuestan caro, pero si compran uno que no les guste revéndanlo”, aconsejó Lolbé. “Misuki”, quien ya es madre, le es más difícil comprar libros nuevos, por lo que prefiere los de segunda mano, ya que “me gusta que tenga la esencia de un lector anterior”. Peter, en lugar de comprar tantos libros, prefiere ir a bibliotecas.— Iván Canul Ek

Jóvenes Lectores

Ocho “booktubers” tomaron el micrófono en la Filey para platicar de sus experiencias.

¿Qué hacen?

En las redes sociales, en especial Youtube, ellos suben videos en sus perfiles acerca de reseñas y opiniones de sus lecturas.

Sus sentimientos

Compartieron cómo se enfrentan a los “haters”, cómo se sienten cuando se enteran que hay un nuevo lector gracias a ellos, si se llevan entre ellos, si prestan sus libros, entre otros aspectos.